miércoles, 25 de febrero de 2015

¿Puede Funcionar la Inclusión Educativa?

Para que una institución educativa pueda incluir en sus aulas a niños y jóvenes con habilidades diferentes, trastornos o dificultades que afectan su desempeño académico, debe, en primer lugar, estar informada sobre las leyes internacionales, nacionales y las políticas educativas que norman la inclusión. Todavía existen instituciones que no conocen que no se puede negar la educación a un niño, pues es un derecho fundamental.

En segundo lugar, debe conocer y tener acceso a bibliografía, definiciones, planes, programas, proyectos, estrategias, capacitaciones, recursos, etc. que la entidad responsable (en el Perú, la Dirección de Educación Básica Especial de Ministerio de Educación) pone a disposición de las escuelas públicas y privadas. 




PREGUNTAS SOBRE LA INCLUSIÓN EDUCATIVA


¿La educación inclusiva es buena para todos los tipos de discapacidad?

La experiencia demuestra que las personas con discapacidades sensoriales (visuales, auditivas), físicas (algunos tipos de parálisis cerebral, hemiplejias (parálisis de todo un lado del cuerpo), enfermedades que causan degeneración de los miembros inferiores o superiores del cuerpo) y con trastornos que originan dificultades de aprendizaje (dislexia, TDAH, síndrome de Asperger) son las que más exitosamente se desarrollan a lo largo de su vida escolar regular. También hay ejemplos muy valiosos de personas con trastornos de desarrollo intelectual leve, moderado o con síndrome de Down que han encontrado en la educación inclusiva el ambiente perfecto para el desarrollo de sus potencialidades. Algunas escuelas norteamericanas reciben en sus aulas inclusivas a niños con múltiples discapacidades o con trastornos de desarrollo intelectual severo y profundo, y autismo clásico.

¿Por qué para algunos la experiencia inclusiva es funcional, positiva, y otros se sienten más seguros en la educación especial?

La respuesta está en los genes y en las experiencias familiares de vida de cada uno. No se puede predecir que todos los que asisten a un aula inclusiva terminarán su escolaridad y se desempeñarán mejor que aquellos que asistieron a una escuela especial. Cada ser humano es único, y finalmente, lo más importante es la felicidad y la comodidad de cada persona en el lugar donde va a aprender contenidos y competencias, a mejorar sus deficiencias y a sacar a la luz sus potencialidades. Todo esto es responsabilidad del maestro, es decir, de él dependerá que la experiencia educativa ayude a sacar lo mejor de cada uno de sus estudiantes.




La ventaja de un aula bajo el enfoque de neurodiversidad, es que el reto de entender y prepararse para cada necesidad particular le permite desarrollar su creatividad, así como nuevas y diversas conexiones neuronales, además de lograr un genuino interés por saber más, para dar más. Si se fijan bien, las aulas consideradas regulares  y homogéneas en realidad no lo son tanto, porque cada niño vive y aprende de manera diferente, matizado por los genes y el ambiente.  Rediseñar los ambientes y las formas de educar considerando un aprendizaje multisensorial podrán ser tomadas en las aulas inclusivas. 

¿Funcionarán para todos? No podemos saberlo hasta intentarlo, pero para muchos niños con habilidades diferentes sí tendrá sentido, y más importante aún, les cambiará la vida.

*Información extraída del libro: Brainbox by Cerebrum. Tomo V. TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS FRENTE AL APRENDIZAJE: CEREBROS ÚNICOS E IRREPETIBLES páginas 12 – 13.
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